Formativo Tardío (1.300 – 550 a.C.)
La forma de vida que tuvo la cultura Chorrera no se
conoce con certificación, pero sí estuvo localizada en la Cuenca Baja del Río
Guayas. Parece ser una amalgama de grupos contemporáneos e interrelacionados,
con modelos y pautas comunes que explotaban los diversos ecosistemas del área
costera y parte de la sierra del Ecuador, su nombre se debe a que fue
descubierta en uno de los márgenes del Río Babahoyo en la hacienda la Chorrera.
Mapa de la presencia de la cultura Chorrera, (Arqueológico, 1993)
Como lo narra Julio
Viteri en su libro “Nociones de Arqueología” la cultura Chorrera pasó de la
pesca y recolección de productos a la agricultura productiva, comenzando así a
conocer el valor de la tierra y a emplear la forma organizada de la reserva
humana lo que conllevaría a la vida sedentaria.
Una de las mayores representaciones de esta cultura es la
cerámica, lo que ha sido favorecida por los estudios de la arqueología
ecuatoriana.
La cerámica Chorrera tuvo un importante desarrollo
tecnológico que dio paso a los acabados finos con paredes delgadas y superficie
pulida, habiendo también bruñidos en botellas silbato, cuencos, ollas; las
investigaciones de Víctor Emilio Estrada
presenta diversas piezas de cerámicas como los figurines huecos, asimismo
hachas de piedra y cuchillos de lajas biceladas; las decoraciones tenían
tecnología iridiscente, basadas en el uso de engobe rojo y blanco combinado con
la técnica de negativo, llegando alcanzar efectos polícromos.
De la cultura Chorrera se presume también una alta
capacidad de movilidad, debido a los vestigios encontrados en las provincias
litorales del Guayas, Los Ríos y Manabí, que se hizo presente en otras
provincias como Cañar y Azuay, en tierras donde era propicio llevar a cabo la agricultura y además por evidencias del posible comercio. Se caracterizó por ser una cultura de
intensidad agrícola y de organización prolija en la formación de sus
asentamientos.
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